Quítate los zapatos, camina desnudo en la naturaleza, así tal cual viniste al mundo

Caminar te puede parecer lo más natural del mundo, pero lejos estamos de cuando caminábamos descalzos estando en total contacto con la tierra.

Habitualmente caminamos sobre suelo duro, hormigón, aceras, pero poco caminamos sobre suelos más blandos. Esta vibración más dura afecta físicamente nuestro cuerpo y nuestra estructura ósea. Nos hace falta un caminar más orgánico, un trabajo de toda la planta del pie. 

Pero no es solo eso. Al no caminar descalzos perdemos el contacto con las vibraciones de la tierra, y eso significa menos sintonía con el universo.

Las ropas también afectan a nuestro cuerpo. Las fibras, muchas de ellas poco naturales, crean una barrera al aire, al sol. Vamos aprisionados y eso afecta nuestros movimientos.

Si vas a caminar concéntrate en caminar y principalmente en respirar correctamente. Debes caminar con firmeza, sintiendo el suelo, escuchando tu respiración. 

Prueba a hacer lo siguiente:

Ponte de pie, descalzo, siente tus pies y respira, escucha tu respiración. Ahora debes intentar respirar muy despacio. Ahora avanza tu pie que no es el dominante, normalmente el izquierdo, (sabrás cual es el dominante porque es el pie que avanza cuando alguien te empuja o el pie con el que devuelves una pelota).

Presiona bien este pie contra el suelo. Sigue caminando y sintiendo.

Siempre que estés inmovilizado de pie intenta cargar tu fuerza en la pierna no dominante. 

Si intentas esto diariamente equilibrarás el lado derecho y el izquierdo a nivel físico y energético.

Practica el caminar en la naturaleza, centrado en la respiración y en la consciencia de cada paso. Notarás sus beneficios. Suena complicado pero si puedes desnúdate y potencia sus efectos.