Cómo elegir tus piedras y cristales para el equilibrio y tratamiento energético

Seguro que te a pasado tantas veces. Vas paseando por la playa o en el río y, entre tantas piedras, hay una que te llama la atención y la coges. Se vuelve como tu amuleto un rato en tus manos. Puede que te la lleves para casa, o que la devuelvas a la naturaleza. Cualquiera de las dos cosas que hayas hecho es la correcta. La piedra ya hizo su trabajo. Necesitabas ese contacto. 

Se considera que las piedras que encontramos en la naturaleza absorben energía, mientras que los cristales, gemas, que se han formado bajo la tierra son emisores de energía.

Los cristales de cuarzo y las gemas son como esas piedras que instintivamente coges a orillas de mar, pero con un poder infinitamente mayor.  Tienen capacidades curativas y terapéuticas, y te voy a explicar qué puedes hacer para elegir, o como también se suele decir, que la piedra te elija a ti. 

Más adelante te daré una lista de las gemas que más se usan en tratamientos, pero en verdad y como siempre aconsejo, lo que debes hacer al elegir piedras para tu uso personal, es seguir tu intuición.  

Cuando entres en la tienda no busques ninguna piedra en concreto. Olvidaté que te hayan comentado que el cuarzo es el más versátil, la amatista la más mágica…tu simplemente mira las piedras, y haz como en ese paseo en la orilla de la playa, coge la piedra que más te llama la atención. Esa es la piedra que necesitas.  

Si acaso has dedicado algo de tiempo a estudiar los beneficios de las piedras, quieres hacer gemoterapia y sabes ya qué piedras necesitas, mi consejo sigue siendo el mismo. Sigue tu intuición. Sería muy adecuado si te haces antes una limpieza energética (un baño de sal como te expliqué en este artículo) y una meditación para abrir al máximo tu percepción. Debes estar relajado, liberado de pensamientos negativos. Tu energía debe estar neutra lo más posible.  

Si te sientes muy abrumado porque hay varias piedras que te han llamado la atención prueba a activar otros sentidos. Cierra los ojos, coge la piedra con las manos e intenta sentir su vibración. Puedes incluso “oler” tu piedra. Puedes pensar que no tienen olor, pero si notas un cosquilleo en la nariz, algo diferente, vas a saber que esa piedra es para ti. 

Espero que estos consejos te ayuden a la hora que tu piedra te elija a ti, o tu a la piedra. ¡Buenas sanaciones!